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El sentido de la vida

Entiendo la vida como la evolución constante de la materia y de la conciencia y todos los elementos que las conforman. El único objetivo es aprender y para aprender tienen que seguir existiendo (sobrevivir), mejorar sus habilidades y competir.

Mi pregunta es: ¿cuál es el final del aprendizaje? ¿Quién ha decidido que participemos en esta carrera? Sin duda será el mismo que dé los trofeos, que califique el examen pero ¿quién, por qué y para qué?

¿Por qué no cambiamos de opinión aunque nos demuestren que estamos equivocados? | Ciencia | EL PAÍS

Los datos contrastados convencen menos que los mensajes emocionales. Diversos estudios revelan las limitaciones de la razón
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La España invertebrada, Jose Ortega y Gasset

Entonces veríamos que de 1580 hasta el día cuanto en España acontece es decadencia y desintegración. El proceso incorporativo va en crecimiento hasta Felipe II. El año vigésimo de su reinado puede considerarse como la divisoria de los destinos peninsulares. Hasta su cima, la historia de España es ascendente y acumulativa; desde ella hacia nosotros, la historia de España es decadente y dispersiva. El proceso de desintegración avanza en rigoroso orden de la periferia al centro. Primero se desprenden los Países Bajos y el Milanesado; luego, Nápoles. A principios del siglo XIX se separan las grandes provincias ultramarinas, y a fines de él, las colonias menores de América y Extremo Oriente. En 1900, el cuerpo español ha vuelto a su nativa desnudez peninsular. ¿Termina con esto la desintegración? Será casualidad, pero el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal para el comienzo de la dispersión, intrapeninsular. En 1900 se empieza a oír el rumor de regionalismos, nacionalismos, separatismos… Es el triste espectáculo de un larguísimo, multisecular otoño, laborado periódicamente por ráfagas adversas que arrancan del inválido ramaje enjambres de hojas caducas.

El proceso incorporativo consistía en una faena de totalización: grupos sociales que eran todos aparte quedaban integrados como partes de un todo. La desintegración es el suceso inverso: las partes del todo comienzan a vivir como todos aparte. A este fenómeno de la vida histórica llamo particularismo y si alguien me pregunta cuál es el carácter más profundo y más grave de la actualidad española, yo contestaría con esa palabra.

Pensando de esta suerte, claro es que me parece una frivolidad juzgar el catalanismo y el bizcaitarrismo como movimientos artificiosos nacidos del capricho privado de unos cuantos. Lejos de esto, son ambos no otra cosa que la manifestación más acusada del estado de descomposición en que ha caído nuestro pueblo; en ellos se prolonga el gesto de dispersión que hace tres siglos fue iniciado

FRASES DE CICERON

PENSAMIENTOS DE CICERON

Imperium, Rober Harris

No olvides nunca el dicho de Epicarmo de que la esencia de la sabiduría radica en “No confiar nunca precipitadamente”.

Es fácil conocer a un tonto, es ese que te dice que sabe quién va a ganar las elecciones.

Unas elecciones son una especie de cuerpo vivo —casi podría decirse que son lo más vigorosamente vivo que hay—, dotado de miles y miles de cerebros, ojos, extremidades y deseos; algo que se agita, vibra y se mueve en direcciones que nadie ha previsto, a veces solo por el placer de demostrar a los presuntos expertos que se equivocan. 

A veces es necesario iniciar una pelea para averiguar cómo hay que ganarla.

Carpinatio insistía en que los archivos provinciales de la recaudación estaban amparados por la ley ante cualquier intento de hacerse con ellos, y Cicerón replicaba que su mandamiento judicial le confería autoridad suficiente para pasar por alto semejantes tecnicismos. «Lo cierto es que Carpinatio tenía razón —reconoció mas adelante—, pero quien controla las calles controla la ley.

Vivía solo en una pequeña casa llena de libros y durante todo el día no hacía nada más que leer y pensar; una ocupación de lo más peligrosa para un hombre, pues, según mi experiencia, conduce inevitablemente a la dispepsia y la melancolía

Es la perseverancia, no el genio, lo que lleva a los hombres a la cima. Roma está llena de genios a los que no conoce nadie.

Somos actores en un drama: no podemos elegir nuestro papel, pero podemos escoger interpretarlo bien.