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El Nacionaliosmo, Elvira Roca
El dia despues
Extracto aticulo Maria Elvira Roca publicado em El Mundo el 5-10-2017
El nacionalismo es una tendencia perversa que prospera sólo en la división, generando un enemigo y cultivándolo con esmero. No sirve de nada el apaciguamiento y el pacto. Es insaciable y contamina. Y la prueba está en cómo ha ido avanzando por provincias en las que hace 20 años no existía. Prospera porque alimenta lo peor del ser humano. Es tan simple como dividir el mundo en buenos y malos y señalar con el dedo a los malos. Todo lo demás es ganancia. Es un populismo geográfico, y se nutre exactamente del mismo modo: promoviendo descontento. Su propio mecanismo interno repele la inteligencia y la decencia, y por eso agrupa con facilidad a todos los que desean prosperar y destacar y tocar poder y no saben cómo hacerlo de forma constructiva.
Aristóteles, Política
Aristóteles, Política · libro octavo, capítulo VIII
De las causas de revolución
y de conservación en las monarquías
El reinado se establece por las clases altas, a las cuales está obligado a defender contra el pueblo, y el rey sale del seno mismo de estas clases elevadas, entre las que se distingue aquél por su virtud superior, por las acciones brillantes que ésta le inspira o por la fama no menos merecida de su raza. El tirano, por el contrario, sale del pueblo y de las masas para ponerse enfrente de los ciudadanos poderosos, de cuya opresión está obligado a defender al pueblo. Todo esto se justifica con hechos. Puede decirse que casi todos los tiranos han sido primero demagogos, que [272] han ganado la confianza del pueblo, calumniando a los principales ciudadanos.
Aristóteles.
El antídoto a los antisistema
El antídoto a los antisistema
EL INDEPENDIENTE
Publicado el 13/10/2018 por:
MARTA GARCÍA ALLER
«A los populistas no hay que silenciarlos ni demonizarlos: hay que dejarlos en evidencia
Sin embargo, no tiene sentido descalificarlos porque eso reactiva su mensaje que se alimenta el victimismo. “La clave es hacer buen periodismo y no preguntar a los partidos xenófobos o populistas siempre por inmigración o por la agenda que quieran imponer, sino sobre los problemas reales de la ciudadanía: ¿Qué hacemos con la deuda? ¿Y con los alquileres? ¿Cuál es tu receta para frenar el cambio climático? Habría que hacerle la misma entrevista que se le haría a Pedro Sánchez o cualquier otro político, contrastando los datos que ofrecen y no caer en la trampa de buscar declaraciones escandalosas”.
Si los partidos populistas carecen de soluciones realistas, lo más eficaz es dejarlo en evidencia. Aunque eso no resuelve los problemas que han generado el malestar del que se alimentan. Al final, la verdadera solución a los antisistema no es otra que arreglar el sistema.
El guernica. La verdadera historia del cuadro.
El guernica. La verdadera historia del cuadro.
El cuadro lo encargó el Gobierno Republicano en 1935, por el que paga 150.000 ptas. de la época, y su nombre verdadero es «RECUERDO A MI AMIGO SANCHEZ MEJIAS», el inolvidable torero que murió en agosto de 1934. Cuando le hacen el encargo se lo dedica a su gran amigo muerto; lo tenia finalizado en Febrero de 1937, y cuando ocurre el bombardeo de GUERNICA, estaba ya colgado en el pabellón de España, en la Exposición Universal de París. El nombre «Guernica» se le ocurrió en Junio de 1937 al delegado de Cultura de la Generalitat, por lo que su autentico nombre (RECUERDO A MI AMIGO SANCHEZ MEJIAS), se sustituyo por el nombre de «GUERNICA».
El Guernica no representa ningún bombardeo, sino la muerte de un torero, con el toro encampanado, los caballos espantados, las plañideras gesticulantes, la bombilla de la enfermería y el estoque partido en primer plano.
El torero, yace ROTO, con su espada ROTA, pues ha perdido, y el toro aparece con la espada clavada, con mirada mansa, que es como era «Granadino» (el toro que lo mató). La simbología de la madre con el niño en brazos, llorando, es la de todas las madres al perder a su hijo, sin importar la edad de este (perder un hijo es antinatural, pues normalmente mueren primero los padres), por lo que muestra su gran angustia, así como todos los otros personajes, pues era un torero muy admirado.
Hoy se cumplen 77 años de su muerte, sirva este homenaje para su memoria.
Ser únicamente quien eres es un ejercicio irrenunciable de libertad.
Ser únicamente quien eres es un ejercicio irrenunciable de libertad. En un mundo donde la libertad es solo aparente y las conciencias se manipulan con gran efectividad, ser uno mismo empieza a ser heroico.
El silencio y la inacción, hijos del miedo, son los mejores aliados de los tiranos.
El silencio y la inacción, hijos del miedo, son los mejores aliados de los tiranos.
Reino de Pamplona
Reino de Pamplona
El reino de Pamplona fue una entidad política creada en el Pirineo occidental en torno a la ciudad de Pamplona en los primeros siglos de la Reconquista. Su nombre se menciona en los Annales regni Francorum.[5] La expresión se siguió utilizando hasta que Sancho VI de Navarra cambió su título de Pampilonensium rex (en español, rey de los pamploneses) por el de Navarrae rex (en español, rey de Navarra). Historiográficamente también se emplean las expresiones condado de Pamplona (durante la época de los reyes navarro-aragoneses) y reino de Nájera o reino de Pamplona-Nájera (a partir de 925, tras la conquista de Nájera, la consolidación del reino de Nájera y el reinado de García Sánchez I de Pamplona).
La civitas romana de Pompaelo había sido la principal ciudad del impreciso territorio atribuible al pueblo de los vascones, hasta la fundación de Victoriacum por los visigodos (581). Durante el último tercio del siglo VIII, Carlomagno, el rey de los francos, llevó a cabo expediciones en el territorio surpirenáico para crear una marca fronteriza meridional (la posteriormente denominada Marca Hispánica) en el territorio entre los Pirineos y el Ebro que contrarrestara al emirato de Córdoba. Tras el fracaso inicial de tales intentos de expansión, se logró a principios del siglo IX la creación en la parte occidental de los Pirineos de un condado que subsistiría unos diez años. A partir de entonces, de nuevo bajo el control de las autoridades cordobesas (ya con la denominación de emirato de Córdoba), se organizó hacia 824 el reino de Pamplona bajo la dirección de Íñigo Arista, su primer rey, y con el apoyo de sus aliados muladíes de los Banu Qasi, señores de Tudela, y del obispado de Pamplona.
En el siglo X el reino de Pamplona rompió con Córdoba e inició su expansión tanto militar como diplomática con alianzas selladas con matrimonios de los monarcas y nobles. De esta forma tenía lazos familiares muy próximos con el vecino reino de León. La dinastía Arista-Íñiga, fundadora del Estado, terminó con Fortún Garcés (870–905) quien, según la tradición, abdicó y se retiró al monasterio de Leyre. Fue sustituida por la dinastía Jimena, que comenzó con Sancho Garcés I de Pamplona (905–925) y cuyo reino se denomina tanto reino de Pamplona como reino de Navarra.[6] Sancho Garcés I y su hijo, García Sánchez I, desarrollaron una labor de repoblación y favorecimiento de las nuevas tierras y de los monasterios allí existentes. Sancho Garcés II y García Sánchez II el Temblón se vieron obligados a capitular ante Almanzor y a pagar tributos al califato de Córdoba.
Con Sancho III el Mayor (1004–1035) el reino de Pamplona alcanza su mayor extensión territorial abarcando casi todo el tercio norte peninsular. Antes de morir (1035) dividió sus territorios entre sus hijos: su primogénito, García Sánchez III, reinó en Pamplona y heredó algunas tierras en Aragón y Castilla; Fernando I de Castilla obtuvo gran parte del condado de Castilla; Ramiro I de Aragón recibió tierras en Aragón y Navarra; y Gonzalo en Sobrarbe y otros puntos distantes de Aragón. De este reparto surge la nueva estructura política del siglo XII con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla.
El reino de Pamplona estuvo incorporado entre 1076 y 1134 a los territorios aragoneses. Se segregó en el reinado de García Ramírez y en el de Sancho VI de Navarra (1150–1194) pasó a llamarse reino de Navarra.
La reconciliación con nuestra historia.
La reconciliación con nuestra historia.
España tiene un problema de reconciliación, pero no sólo entre bandos ideológicos, que también, sino sobre todo con su historia.
No se puede luchar por un país, hacerlo crecer, amarlo, si no se está orgulloso de su historia. Y es difícil estar orgullos de la historia que a muchos les llega desde hace años: manipulada, falsa, destinada a corroer las bases de la identidad de España que es una de las naciones más influyentes de la historia y a la que se deben, por ejemplo, el primer parlamento: el del reino de León.
Todas las naciones han sido protagonistas de verdaderas salvajadas, genocidios incluidos. No se libra ni una, empezando por El Vaticano y acabado por EE.UU. Pero todo alemán se siente orgulloso de su país y de su bandera; que decir de Francia, Japón, el Reino Unido, Australia, Rusia y EE.UU. Si queremos mencionar los horrores en los que han participado no es difícil tirar de memoria. Alguno de los eurodiputados se acuerda de “El Corazón de las Tinieblas”, Joseph Conrad, brutal y cruel genocidio en el Congo del rey Leopoldo II de Bélgica, http://bit.ly/2R7pdbp cuando se sienta en el parlamento europeo en Bruselas?
Pero sólo los masoquistas españoles renegamos de nosotros mismos y nuestro pasado mostrando un pesimismo militante ante el futuro. La leyenda negra ha hecho bien su trabajo y los efectos perviven todavía después de siglos (“#Imperiofobia” de Elvira Roca es un libro imprescindible)
La falta de autoestima, la negación de los logros artísticos, científicos, militares, de nuestros antepasados, abigarrada mezcla de celtas, iberos, fenicios, griegos, romanos, cartagineses, árabes,…..nos hacen débiles ante la agresión interesada de los nacionalismos y los populismos que, incapaces de emular ninguna de las hazañas del pueblo español, acomplejados por su insignificancia y falta de valor, tienen como único objetivo la destrucción de aquello que no fueron, no son y nunca serán.
En que se parecen Sánchez o Zapatero a Trajano? O Delgado a Cicerón? O Puigdemont a Séneca? O Casado a Él Cid Campeador?
La sombra de cualquiera de esos hombres bastaría para barrer en segundos la mediocridad reinante.
O cambiamos el recuerdo de lo que fuimos y por lo tanto somos o el abismo de la insignificancia nos atrapara sin contemplaciones.